Tecnología en la enseñanza de idiomas: ventajas

Son muchos los beneficios de utilizar la tecnología en la enseñanza. Aporta ventajas tanto al profesor como al alumno. Por ejemplo, gracias a la tecnología el profesor dinamiza sus clases y ello motiva a los alumnos. Que estén más motivados supone que tengan mejor disposición a realizar las tareas y una mayor implicación para que su proceso de aprendizaje sea un éxito. 

Además, usar bien la tecnología en el aula fomenta que el rol protagonista no recaiga tanto en el profesor sino en el alumno, propiciando así el aprendizaje autónomo. Con las herramientas tecnológicas adecuadas, el papel que desempeña el profesor es el de guía de ese aprendizaje, asiste al alumno en su camino y este puede continuar aprendiendo fuera del aula. Además de eso, hay que destacar cómo la tecnología facilita el trabajo cooperativo y colaborativo y cómo gracias a ella tanto profesor como alumno pueden estar en permanente formación. La cantidad de recursos a la que se tiene acceso hoy en día es inmensa.

Creación de espacios de interacción

En lo que respecta a las ventajas que aporta la tecnología a la enseñanza de lenguas extranjeras en particular, destacaría como la más importante el acceso a espacios de interacción y, con ello, un mejor desarrollo de dicha destreza. Tanto oral como escrita. No solo entre los compañeros de clase, sino también con alumnos extranjeros, especialmente a través de las redes sociales. En estos entornos, y también con el manejo de otras herramientas existentes, resulta más fácil realizar actividades de puesta en común y debate, puesto que los alumnos se sienten más motivados a participar. Desde mi experiencia, los estudiantes jóvenes se sienten incluso más cómodos, porque están acostumbrados al entorno virtual y lo dominan. Asimismo, les allana el camino para conocer de primera mano otras culturas sin necesidad de viajar.

Por otra parte, precisamente por esa interacción que permiten herramientas como WhatsApp, por ejemplo, la tecnología provoca que los alumnos participen en situaciones reales de comunicación, lo cual les ayuda a prepararse para ser capaces de desenvolverse en esa segunda lengua fuera del aula. El acceso a recursos digitales, como los diccionarios en línea, convierten tareas que resultan tediosas en un contexto analógico en tareas rápidas, eficaces y entretenidas.

Igualmente, la tecnología permite que el alumno de lenguas extranjeras tenga mayor acceso y esté más expuesto a textos auténticos, por ejemplo, de medios de comunicación tanto audiovisuales como escritos, o de los nativos con los que interactúan. Herramientas como YouTube ofrecen infinidad de posibilidades tanto a nivel receptor como de producción de textos por parte de los estudiantes.

Por último, una vez expuestas las que considero principales ventajas que aporta la tecnología en la enseñanza y aprendizaje de una lengua extranjera, añadiría que no hay que perder de vista que, tal y como hemos aprendido en diferentes asignaturas de este máster, su uso en el aula siempre debe estar justificado y al servicio de unos objetivos claros. No se trata de utilizar la tecnología porque sí, ya que aun siendo muy útil en el aula no puede convertirse en la solución para todo.